Reseña Histórica del Colegio de Abogados y Notarios de Guatemala.
El Colegio de Abogados y Notarios de Guatemala, es una de las instituciones gremiales con más raigambre sociopolítico e histórico. Nació en los albores de la educación universitaria de la región, ya que es tan antigua como antiguo es el nacimiento de la Universidad San Carlos de Guatemala, también conocida como la “Tricentenaria Universidad de San Carlos”, por lo que va de la mano con las tradiciones históricas, morales y sociales de nuestra nación.
Es por ello, que a manera de estudio, puede dividirse la historia del Colegio de Abogados y Notarios de Guatemala, en tres etapas:
Etapa de Creación del Colegio de Abogados y Notarios de Guatemala.
Corría la primera década del Siglo XIX, y la carrera de leyes era de suma importancia en la Guatemala de entonces, que formaba parte de la Guatemala pre independiente, parte del entonces Imperio Español. Desde 1620 existía la Cátedra de Derecho Canónico en el Colegio Santo Tomás, antecesor de la USAC, añadiéndose posteriormente una cátedra prima de Leyes, añadiéndose posteriormente el Derecho Civil.
Por lo anterior, en el año 1810, gracias a la importancia que había cobrado la profesión “de las leyes” en Guatemala, el Doctor José María Álvarez y Estrada realizó las gestiones originales para la creación del Colegio de Abogados, cuyos estatutos iniciales establecían que para inscribirse poseer las condiciones éticas y morales, se debía presentar ante la Secretaría del Colegio, el título de abogado correspondiente, siendo el primer abogado “incorporado” al colegio el Doctor Juan Francisco Aguilar, con fecha 11 de marzo de 1811.
Ya estando Guatemala, independizada del Imperio Español, pero formando parte de la Federación Centroamericana, el Colegio de Abogados pasó a formar parte de la Academia de Estudios, creada por el egregio Doctor Mariano Gálvez, en el año 1832. Esto, como fruto de las ideas formadas por el movimiento liberal, que se había entronizado en Guatemala con el triunfo de las armas del Salvadoreño Francisco Morazán.
El Colegio de Abogados recuperó su independencia funcional, en el año 1852, por medio de despacho emitido por el Regente del Organismo Judicial (Presidente), ya dentro del período conservador, a instancias del Presidente Vitalicio de Guatemala, Don Rafael Carrera y Turcios, quien actuaba bajo la influencia del Clan Aycinena y la Iglesia Católica de ese entonces.
Entrados en el Siglo XX, luego de la caída del Dictador de los 22 años, Manuel Estrada Cabrera (quien había cerrado el Colegio de Abogados por considerarlo enemigo de su gobierno), se funda en 1922 la Asociación de Abogados, con el aval del entonces presidente de la República Don José María Orellana, institución que funcionó hasta principios del Gobierno del General Jorge Ubico.
Etapa de consolidación del Colegio de Abogados y Notarios de Guatemala.
Luego de la Caída del movimiento liberal-conservador en Guatemala, con la revolución del 20 de octubre de 1944 que dio fin a los gobiernos ubiquista-poncista, se promulgó la Constitución Política de la República, que entró en vigencia en 1945 (con una fuerte influencia de la Constitución Republicana Española previa a la guerra civil de 1936), iniciando el llamado período revolucionario con el Gobierno del “robusto hijo de Taxisco”, Don Juan José Arévalo Bermejo.
Fue en esa época, que grupos de abogados encabezados por Arturo Peralta Azurdia y Eduardo Cáceres Lenhoff, presionaron para la organización de un nuevo Colegio de Abogados, que nació a la vida en el marco del Decreto 332 del Congreso de la República, quedando formalmente inscrito el 10 de noviembre de 1947, en el libro de actas de inscripción de los colegios profesionales del Consejo Superior Universitario de la Universidad de San Carlos de Guatemala. El primer colegiado inscrito en esta época fue el Licenciado Arturo Peralta Azurdia, miembro de la comisión revisora de nuestro actual Código Civil, y el colegiado número 2, el Licenciado Eduardo Cáceres Lenhoff, destacado constituyente en las asambleas de 1944 y 1964-1965, quien llegara a ser Vicepresidente de la República en el período 1970-1974, trágicamente fallecido en la quema de la Embajada de España el día 31 de enero de 1980, mientras gestionaba la implementación de un Congreso en Derecho Procesal, academia fundamental para nuestros agremiados.
De esa cuenta, a partir de la emisión de la Ley de Colegiación Profesional Obligatoria, el Colegio de Abogados ha funcionado en forma ininterrumpida a partir de 1947, dando valiosos aportes a nuestra ciudadanía, verbigracia:
En estas dos últimas cartas magnas, el Colegio de Abogados fue decidido impulsor de un tribunal que ha sentado historia en nuestra patria: La Corte de Constitucionalidad, en primera “fascie”, como tribunal no permanente, y en segunda época como tribunal permanente. No está demás indicar, que nuestro colegio, en ese período jugó destacado papel para el retorno del orden constitucional, luego de los “Golpes de Estado” de 1963, 1982 y 1983, así como las intentonas de golpe de 1988 y 1989.
Época actual, 1991 a la fecha.
En este período, ven la luz los actuales Estatutos del Colegio de Abogados y Notarios, el Reglamento de Prestaciones Sociales a que tienen derecho los colegiados, así como el Código de Ética y el Reglamento electoral, pudiendo decir que es uno de los períodos más fecundos en la vida republicana actual de nuestra institución.
Todo ello, dentro del marco de la Constitución Política actual, que en su artículo 90 establece la Colegiación Profesional Obligatoria. En ese marco legal, el Colegio de Abogados y Notarios de Guatemala, consolidó su desarrollo e importancia en el contexto nacional, prestando valioso apoyo en la formación de leyes, concurso de colegiados en la función pública, así como en el retorno al orden constitucional, luego de la intentona de golpe de estado del Dictador Jorge Serrano Elías en 1993, así como en las jornadas cívicas de 2015, donde fue defenestrado un binomonio presidencial acusado de delitos de corrupción.
En esta época ve la luz, la nueva Ley de Colegiación Profesional Obligatoria, Decreto 72-2001 del Congreso de la República de Guatemala, que institucionaliza dentro del contexto constitucional actual al Colegio de Abogados y Notarios de Guatemala.
En la actualidad, Junta Directiva del Ilustre Colegio de Abogados y Notarios de Guatemala, con más de 200 años de existencia, ha impulsado valiosas iniciativas para el mantenimiento del orden legal, tanto a nivel nacional, como gremial, manifestándose a manera de ejemplo en:
Asimismo, se encuentra en período de formación de nuevos instrumentos legales que actualizarán los requisitos de colegiación, fortaleciendo la academia a nivel gremial y renovando la plataforma virtual de la institución, para responder a los ideales de nuestro gremio: “Por el Colegio, el Agremiado, y el País”.